Las miradas dicen más que mil palabras. Midoriya y Bakugou eran la prueba de ello... Desde que lo salvo hace años de unos perros, Midoriya ha estado enamorado en secreto de Bakugou, su mejor amigo de la infancia. Nunca se había atrevido a confesarse por miedo al rechazo y desde que empezaron a llevarse mal, descarto esa idea totalmente. Midoriya cree que Bakugou lo odia y que jamás se fijaría en él, pero... Las miradas que Bakugou le lanzaba cuando él no se daba cuenta no decían lo mismo. Él también lo miraba cuando Bakugou no miraba. Ambos se lanzaban miradas bastante indiscretas, de las cuales ninguno se percataba. Ninguno se atrevía a dar el paso y se negaban a ello, pero... ¿Ocurrirá algo que los haga dar el paso? ¿Alguno de ellos superara el miedo y se confesara? ¿O seguirán lanzándose miradas indiscretas, sin decir nada?