Saga Nombres 🔆 Libro 4. Cuando Gaara conoció a Kai, ambos tenían el corazón roto. Entre las penas, la decepción y las noches melancólicas que solían compartir juntos lo vieron: sí que podrían enamorarse de alguien más. Gaara nunca fue un santo y Kai siempre había amado de una manera equivocada, juntos eran un mosaico de corazones rotos. Sabían que el amor era un juego despiadado pero sin duda, el de ellos era uno por el que valía la pena luchar. Pero si Kai y Gaara hubiesen sabido que debían amar hasta que sangraran o doliera antes de encontrarse, habrían tomado el mismo camino una y otra vez.