Yo no pretendía llegar a ese punto. Ni siquiera sabía cómo había llegado a ese punto. Yo solía ser de esas chicas que se espantaba cuando veía a sus amigas con un cigarrillo. Un simple cigarrillo... Y resultó que tanto reprenderlas resultó en vano, porque la que terminó así, internada, sin amigos, con sus padres sacándola del país con la excusa de "los mejores especialistas son alemanes", fui YO. No soy perfecta. Pero tampoco temo decir lo que soy. O lo que he intentado dejar de ser. Drogadicta. No es tan difícil de decir. Dro-ga-dic-ta. Lo difícil es quitarse ese título. Que te dejen de juzgar... Y más difícil aún, encontrar una razón para quitarse ese título.
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