¿A quién no le gusta escuchar las historias?
Theodore ha vivido viajando de un lado a otro en USA con sus tíos, y cuando tiene que volver a vivir con sus padres en San Miguel de Allende, México, el pobre siente como su mundo entero se desmorona a pedazos. Sin embargo, cuando una desastrosa noche echa a correr sin rumbo por las calles que desconoce completamente y termina perdiéndose, Theo encuentra el lugar en el que cualquiera desearía estar cuando se tiene un manojo enorme de problemas: Ninguna parte.
NoWhere (Ninguna parte) es el nombre de un café escondido entre las confusas callejuelas de San Miguel de Allende, a donde la mayoría de las personas que llegan tienen una historia complicada que contar. Por eso, luego de que Theo ha probado el dulce sabor de encontrarse en ninguna parte, decide quedarse y volverse un mesero que recolecta historias y ofrece consejos.
Durante el transcurso de esta pintoresca y ridícula historia, con personajes que se controlan a sí mismos, y más de un cuento que hacerle al lector, conocerán las historias que Theo ha escuchado día a día, donde hay desde truculentos asuntos con cuchillos y ácido sulfúrico hasta romances dramáticos y angustiosos.
A pesar de todo, y aunque nuestro protagonista adore ofrecer estas historias al lector, poco a poco se va dando cuenta que su vida se ha ido perdiendo, y que se ha vuelto un simple narrador y no un personaje de aventuras...
Asher pensaba que tenía una vida perfecta. Era el mejor en su equipo de hockey, tenía las mejores notas en la universidad y un grupo de amigos que parecían serle fiel.
Pero cuando conoce a Skye, la hermana de uno de sus mejores amigos cree que la chica está loca. Tiene una actitud tan dura que es difícil de romper y suele irritarlo todo el tiempo desde que se ha mudado a vivir con su hermano y él.
Y cuando los chicos del equipo le proponen que no conseguiría conquistar a alguien como Skye, lo ve como un reto que está dispuesto a jugar, una apuesta para conquistar el corazón de alguien como Skye es suficiente para que Asher acepte, pues es demasiado competitivo y no está dispuesto a perder su puesto en el equipo de hockey y pasarse el resto del año en la banca como le han apostado.
Sin embargo, a medida que conoce a Skye, Asher se da cuenta que la chica es todo lo contrario a lo que le ha tratado de demostrar, conquistarla no parece tan complicado como pensaba y el corazón de ella no parece ser el único en juego.