Hay una tradición en cada final de temporada del fútbol americano: Una persona que le parezca atractiva o le guste el jugador, debe decorar el casillero de dicho futbolista. Una semana antes del partido, Harry, el capitán del equipo se emociona al ver su casillero perfectamente decorado. Es una tradición un poco extraña, ambos jóvenes deben verse en citas o salir juntos si es que ambos aceptan el trato e incluso ir al partido final juntos. Louis no puede decir que no estaba emocionado, pero lo único que no sabe es que había decorado el casillero incorrecto. Ese pequeño detalle los iba a llevar a ambos a un momento de discusiones y sonrisas más grandes de lo usual.Todos los derechos reservados
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