Hace mucho tiempo que existen los Clanes, la mayoría tienen la misma dinámica y reglas, apegados a un Clan superior que lo único que ofrece es un lugar de descanso después de la muerte y reglas estúpidas y contradictorias que ninguno se atreve a cuestionar. Exepto cuatro especiales Clanes, los cuales siempre fueron reacios a aceptar al Clan superior como una divinidad. Así fue como, después de la extinción de uno de estos Clanes rebeldes, los 3 restantes renunciaron definitivamente a los ritos ancestrales inútiles, reglas contradictorias y tácticas consideradas sucias por quiénes no hacían ni podían hacer nada por ellos. Libres de las cadenas invisibles que los ataban, progresaron, tanto en tácticas como en artes y oficios. Creando cada uno su propia forma de vida completamente distinta pero a la vez dependiente de su entorno e historia. Y aquí es dónde empezamos, en unos Clanes reformados, con estilos de vida que son marcados por los gatos vivos que quieren y pueden hacer algo, con un Clan "superior" que tratan solo como su zona de descanso final, con un hambre de progreso insaciable. Porque cuando eres lo suficientemente inteligente, solo hace falta una cucharada de esfuerzo y una pizca de esperanza para estar por encima de los demás. ¿Verdad? O Un roleplay de los gatos guerreros con la posibilidad de avanzar tecnológicamente. Pero todo se salió de control demasiado rápido y ahora tenemos una dictadura por un lado y una especie de Inquisición del por otro.