Mientras más te aferras a querer sentir algo sincero por alguien, solo por el gusto de los demás o por simple popularidad; terminas haciéndote daño y haciéndoselas a los demás. Nunca se debe olvidar que el amor llega sin importar donde e incluso sin conocer a una persona muy bien, pero buscarlo y presionarlo para sentir algo que no es real, siempre termina mal. Siempre, es mejor dejar fluir algo bonito y aunque quieras un día tenerlo para ti y, no logra ser. ¡Déjalo ir!, que si es tuyo se quedará y si no mejor así, seguramente algo mejor te esté por llegar.