"Dicen que todas las personas tenemos un hilo rojo en el dedo meñique amarrado a la persona que amaremos por siempre. El hilo se podrá contraer, enredar o estirar, pero jamás romperse.", eso es mentira. Sam y Mariana eran dos chicos con gran diferencia de edad. Sam era egoísta y Mariana estaba ciega, una historia sobre dependencia emocional, algo cliché.