
Lo llamaban Infierno. Ella lo llamó hogar, por un segundo eterno. En un mundo que arde entre deseo contenido y culpas que no se nombran, dos almas se encuentran en la grieta exacta donde ya no importa el precio. Una lágrima, una sonrisa... y un paso que lo cambia todo. Un fragmento de cuento -que aspira a ser un cuento completo en el futuro- donde el silencio pesa más que las palabras, y redefine lo prohibido.All Rights Reserved