La habitación es fría, cuadrada, con colores que en algún pasado le dio un aire de pertenencia familiar. Ahora vive en silencio, sus pies son de algodón, su boca está ausente.
Sentado en la silla vieja, la que nadie usa por voluntad propia. Frente a sí mismo, un vaso con leche y un plato con galletas tibias. Tiene frío, su cuerpo está pálido y una gota de sudor cae por su espalda.
La puerta de la cocina hace un sonido y toma el vaso de vidrio en sus manos.
Contexto: Shouyou con miedo y nauseas ocasionado por su madre.
Quise escribirlo, me inspiré en la imagen de portada,
Fragmentos que pueden o no, llegar a algo.
Iris va a llegar al fútbol club Barcelona con una sola misión, ser la encargada del documental secreto que van a hacerle a un Gavi que acaba de romperse los cruzados y que ha dejado claro al club que no quiere saber nada de documentales.
Ella no aguantará el mal humor del sevillano, este por su parte no le dará la oportunidad de conocerla.
Pero el amor tiene otros planes para ellos.
¿Qué pasará cuando Gavi se entere que ella está detrás de su documental con el tiempo?