Viví toda mi adolescencia en un internado en Alemania, supongo que mi presencia le causaba demasiados problemas a mi padre y esa fue la mejor manera que encontró de mantenerme a salvo y alejada al mismo tiempo. Tal vez nunca debí regresar a ese pueblo, nunca debí volver a conocerlo. Pero mi padre lo había decidido porque, y cito sus palabras "¿qué mejor manera de esconderte de ellos, que estando a plena luz del día y frente a sus jodidas narices?" En esta historia la mala no soy yo, o puede que si... Eso tendrás que averiguarlo tú.All Rights Reserved
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