Jin sigue pensando en su frustración cuando Jungkook entra en el pasillo. Lleva el uniforme de la escuela, el pelo oscuro peinado hacia atrás para dejar ver su frente y la mochila colgada despreocupadamente sobre un hombro. Siempre parece una extraña mezcla entre el exceso de confianza y la pérdida total en algún lugar de las nubes. Si Jin no supiera que Jungkook es un mocoso, diría que es un poco entrañable. En realidad, si Jin no deseara golpear a Jungkook en su bonita cara todo el tiempo, tal vez admitiría que el chico está jodidamente bueno. O bien, Jin y Jungkook tienen que lidiar con la tensión que hay entre ellos para solucionar la mierda, y no va bien.
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