Había imaginado mi primer amor de mi maneras diferentes: el chico romántico que te acompaña a casa después de una bonita noche en un restaurante, el chico que esta feliz porque tu estés feliz, el chico que te llama solo porque tiene ganas de oír tu voz... Pero nunca había pensado que llegaría tan pronto, y mucho menos acompañado de una amarga decepción.