Era un Día común en la capital colombiana, Gabriel Rodríguez era el mejor jugador de todo el Juego de Infinite Lagrange, a parte de poseer la primera alianza Omnipotente y habiendo controlado muchos Sistemas, este iba perdiendo el interés del juego y cuando el juego tocaba fin, este como murió despertó como si toda su vida fuese un sueño. Ahora parece que es momento de investigar el Mundo de magia y razas donde actuales y futuras generaciones del Mundo precenciaran el establecimiento de un Imperio más allá de los Dominios de sus Dioses.