Y por todo eso, te dejo ir.

Jaden sabe que está roto; su padre los abandonó a él y a su madre cuando apenas tenía cinco años. Desde entonces, la mujer que lo crio no ha dejado de culparlo, escondiéndose en el alcohol. Él se culpa por los problemas de su madre, y cree que nunca podrá ser feliz con al-guien, sin que éste lo abandone, así que se refugia en sus propios dibu-jos; pero, todo cambia cuando conoce a una bella lectora.

Natalia es una chica que quien la ve, podría jurar que es la persona más afortunada de este mundo: tiene un gran grupo de amigos, sus calificaciones son ejemplares, y todo el mundo la quiere, pero, ¿es esa la verdad?

Ella no se ama, pero se niega a aceptar que no está bien. Durante su infancia, sufrió mucho acoso por su apariencia, creándole grietas en el corazón, y afectando la perspectiva que tiene sobre sí misma. Obsesio-nada con su imagen, no cree que nadie pueda llegar a quererla, así que se ha puesto una máscara invisible, y ha refugiado su corazón en los libros.

¿Qué pasará cuando dos personas rotas se conozcan?

¿Jaden la seguirá queriendo, sabiendo que no es la chica perfecta que idealizó? ¿Natalia dejará de leer el amor en sus libros, y se arriesga-rá a sacar su corazón de las páginas?

Un chico dibujante, con miedo al abandono. Una chica lectora, con necesidad poco sana de ser perfecta. Ambos con problemas para amar. ¿Será verdad que el amor lo cura todo?

Él era un día soleado que le dejo ver sus pocas gotas de lluvia, y ella, una tormenta disfrazada del paraíso.