El mundo era tan grande, que entre tantas personas me sentía insignificante. Como un barco a la deriva, dejándose llevar por las olas, deseando que su futuro no sea reposar en el fondo del mar, en el olvido. (...)
Pero, después de todo, sé que eso no es así, porque yo sí valgo, porque yo sí soy importante y tú tambien lo eres. Porque el mundo se puede ir a la mierda mientras tu estés bien, porque aunque no me quieras como yo te quiero a ti, tú siempre serás el único al que amaré.
Asher pensaba que tenía una vida perfecta. Era el mejor en su equipo de hockey, tenía las mejores notas en la universidad y un grupo de amigos que parecían serle fiel.
Pero cuando conoce a Skye, la hermana de uno de sus mejores amigos cree que la chica está loca. Tiene una actitud tan dura que es difícil de romper y suele irritarlo todo el tiempo desde que se ha mudado a vivir con su hermano y él.
Y cuando los chicos del equipo le proponen que no conseguiría conquistar a alguien como Skye, lo ve como un reto que está dispuesto a jugar, una apuesta para conquistar el corazón de alguien como Skye es suficiente para que Asher acepte, pues es demasiado competitivo y no está dispuesto a perder su puesto en el equipo de hockey y pasarse el resto del año en la banca como le han apostado.
Sin embargo, a medida que conoce a Skye, Asher se da cuenta que la chica es todo lo contrario a lo que le ha tratado de demostrar, conquistarla no parece tan complicado como pensaba y el corazón de ella no parece ser el único en juego.