Historia en proceso.
"Si la vida fuera tiña, estaríamos todos teñidos"
Y vaya que Leah está teñida, desde los pies a la cabeza.
El amor no forma parte de su vida, y no porque no lo desea, simplemente porque no le llegó el momento.
Hasta ahora.
Una noche, con mucho alcohol en su sistema, decide llorarle a la luna llena rogándole por una oportunidad.
Y la Luna escuchó, y capaz, escuchó de más.
Leah conoce a Theo con quien poder explorar el mundo de la pasión y redescubrir lo que quiere su cuerpo. Sin ataduras, sin etiquetas, sin secretos... bueno, aparte de que él es un hombre lobo y Axel, el mejor amigo de Theo, es el compañero de vida de Leah.
-Yo fui el primero en besarla-, alardea Bryce.
-Yo le quitaré virginidad -, grita Ace en voz alta.
-Ella me amara primero-, responde
Chris enfadado.
Erica pone los ojos en blanco y pisa fuerte. - ¡Los odio! Los odio a todos.
Erica se encuentra sin hogar y sin familia después de que sus padres sean expulsados de la Manada del Oeste. Se ve obligada a tomar la única opción que se le presenta. Ir a la Manada del Norte y vivir con el Alfa, Luna, y sus hijos trillizos. Al no ser ajena a la Manada Norte, Erica es consciente de lo crueles que pueden ser Ace, Bryce y Chris. Pero lo que no espera es que la despojen de su condición de Beta y la consideren una Pícara dentro de la Manada. Avergonzada y atormentada, Erica se convierte en nada más que una cáscara de la mujer que solía ser. Hasta la fatídica noche en que encuentra a su pareja. ¿Aceptará el vínculo que le ha otorgado la Diosa de la Luna o huirá tan lejos como pueda?