Oscuridad, la completa y total falta de luz fue todo lo que se podía alcanzar a ver, al menos, así fue durante mucho tiempo, a pesar de eso, de vez en cuando extraños sonidos hacían acto de presencia en la agobiante oscuridad, un día, así como esa tortuosa e inmovilizante contención llegó, se fue, dando paso a un mundo brillante, un exuberante bosque con un sin plantas desconocidas, animales extraños y mucho más importante aún, ¿personas? ¿pequeñas? con ¡¿Alas de mariposas y polillas? todas ellas hablando un extraño idioma ¿Que está pasando? ¿Por qué estoy aquí?... Ese de ahí... ¿Por qué me resulta familiar?... Un momento... ¡¿Dahlia?! ¡¿Dahlia, el rey hada?! Ni Nanatsu no Taizai, ni ninguna de las imágenes usadas en esta historia me pertenecen, sus derechos a sus respectivos autores