En clase de Filosofía, en primero de Bachillerato, me rayé bastante cuando explicaron que un ser que podía valerse por sí mismo, al margen de la sociedad y de relaciones sociales, sólo podía ser un Dios o una Bestia. Así que pensé, joder, pues una de esas dos tengo yo que ser. Toda mi vida me he movido entre extremos y cuando mi psicólogo me diagnosticó síndrome de personalidad extremista, me lo ratificó irónicamente. Alguna ventaja tenía que tener una vida tan corta y tan intensa. Ponte cómodo, que te la cuento.
Hola sé que todas las historias inician así, pero esta es la historia que me paso
No estoy segura de lo que paso con certeza no tengo muchas amistada después de lo que sucedió y las pocos que tengo ahora está en terapia si están tomando citas con distintos...