Una bebé abandonada en una casa en ruinas, con hambre y sed, sin nadie quien la proteja de la lluvia y el frío, su llanto no paró asta que diviso a una figura acercándose.
-oh cariño, ¿quien te dejo aquí a tu suerte?- hablo el hombre frente al bebé -que tienes hay?- recogió el papel que tenías en tu pecho -con que ese es tu nombre, muy bien (t/n) parece que tus desgraciados padres no se les ocurrió dejarte en un orfanato, que pena- dijo - será mejor terminar el trabajo -
El hombre te recogió al bebé listo para asesinarlo pero en cuanto tocó su rostro, su mano fue atrapada por las pequeñas y regordetas manos del infante, riendo por su tacto tan frío. Riendo tan inocentemente, sin darte cuenta de las intenciones del hombre quien ahora te sugeta cómo debería, tampoco te diste cuenta de su asombro y pequeña sonrisa en su rostro
-Tan cálido -susurro el hombre -cambie de opinión, te conservaré, te cuidare y protegeré, serás mi pequeña (t/n)- habló feliz de sentir otra vez esa calidez cuando volviste a reír -nadie se atreverá a ponerte una mano en cima mi niña-
Con eso el hombre abandonó la antigua vivienda
// Está historia está hecha con el fin de entretener, no busco ofender a nadie y espero que la disfruten//