El día en que una persona cuyo seudónimo era "NADIE" decidió escribir cartas para la persona a la que jamás le dijo nada, todo cambió. Entonces ella agarró un lapicero y un puñado de hojas en blanco y de manera resumida empezó a exprimirse como un trapo para dejar todo claro y sin duda. Después pudo sentirse libre, su corazón menos herido, las sonrisas más sinceras y ella más especial. Los finales felices a veces son de manera diferente y no necesariamente significa que sean tristes. **TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS** ||PREMIOS|| -GANADOR DE LOS GOLDEN AWARDS 2016- -GANADOR DEL SEGUNDO LUGAR / CATEGORÍA HISTORIA CORTA/ PREMIOS TITANIUM-