la duda atropella
cuerpo piensa en el porque,
cuando, en que momento
cabos sueltos
atados a la nada
glorioso aquel
que saca la semilla
del arbol caido
propenso a la calma del glorioso
llevaderos contigo
sanados por el gran señor
Te amo con la ferocidad de una jaula dorada: mi deseo es tenerte cerca, aunque sé que cada instante a mi lado es una herida que jamás dejará de sangrar.