Mientras las chicas de su colegio siempre estaban bronceadas y con exactamente el mismo tono de tintura en el pelo y shock de keratina, Lila era totalmente lo opuesto. Su pelo castaño claro era largo, extremadamente fino y con leves ondas naturales en las puntas. Sus ojos azules eran tan etéreos que en lugar de resaltar se mimetizaban con la palidez de su piel. Y su boca era de un rosa muy claro, casi nude. Nunca llevaba maquillaje, pero le gustaba usar moños o cintas en el pelo y ropa que cosía ella misma a máquina: vestiditos de cuello redondo, con corte en la cintura y faldas amplias y cortas, generalmente de color rosa pastel. Tampoco usaba plataformas. Su metro ochenta y cinco siempre la había acomplejado. Ninguna de sus compañeras o chicos del colegio eran tan altos, por eso sus proporciones siempre habían sido motivo de burla. Hasta que una noche decide dejar de ser invisible, ingenua y comienza a buscar aventuras que le generen adrenalina y la hagan sentir viva.
6 parts