La mala hierba nunca muere, dicen. Pero, si bien Elena Yáñez no cree en eso del "bien y el mal", parece ser incapaz de morir. O al menos, de morir realmente. Por algún motivo que ni ella entiende, se pegó un tiro en la cabeza en Finlandia durante el año 2021, pero despertó. Seguía en Finlandia, seguía siendo ella misma (con ligeros cambios), pero corría el año 1061 después de Nuestro Señor Jesucristo para los europeos, y el año 6568 para los habitantes de Kvenland.
Desde ese día, Elena deberá ingeniarse con todas las maneras que una mujer podría sobrevivir a lo largo de la historia conocida del mundo occidental. Matar, engañar, extorsionar serán parte del pan de cada día. A veces conquistará reinos, a veces se disfrazará de hombre para llegar a ser Papa. Otras veces se rebelará con los celtas para la liberación de éstos durante el tiempo de opresión por el imperio romano. Lo más gracioso, recuerda ella, fue el día en que la canonizaron tras haber reclutado a media Francia para su prematura muerte y, en teoría, la de ella misma.
En esta primera entrega, hablemos de como Elena Yáñez, nacida en el siglo XX y muerta por un suicidio patético y bochornoso, fundó un pequeño reino al que le darían el nombre de Suecia.
En el año 2021 la doctora Elena Paige se encargó de crear un virus que ayudaría a la humanidad a terminar con la desgracia mundial; un virus que se prometió que ayudaría a mantener la vegetación viva por más tiempo y a los animales mutar para bien. Todo fue mentira, los animales sí mutaron, pero mal y la vegetación en algunos casos se hizo venenosa.
El 6 de julio del 2022, dicho virus comenzó a exterminar humanos. Empezando con cientos, luego miles y de a poco a los millones de muertes por semanas.
La doctora Paige desapareció del mapa, dejando en su lugar un caos mundial, las personas infectadas presentaban síntomas puntuales:
1: Espasmos incontrolables a causa del frío interior.
2: Fiebre mayor a los 40 grados, con convulsiones matutinas.
3: Visiones en donde el infectado atacaba sin razón a sus seres queridos.
4: Las visiones seguían, está vez con muertos que sentían que rondaban por sus habitaciones.
5: La mutación era inminente, grandes úlceras formadas como volcanes en la piel, venas negras punzantes y dolorosas; gritos llenos de dolor y llanto incontrolable.
6: El miedo a la muerte era paranoico, tanto que los mismos afectados se hacían daño.
7: El suicidio, el pensamiento de querer morir para no seguir con la tortura.
Al virus lo llamaron: "Las siete fases de la muerte"
GANADORA DE LOS WATTYS 2016