Millie es una de las mejores alumnas en su preparatoria, sus notas son perfectas y completamente envidiables, pero si debía mencionar una clase en la que más destacara, esa sin duda alguna era la clase de Español, lo cuál era entendible al haber sido el español su idioma principal por mucho tiempo. Finn, por otro lado, quizás era el peor en dicha clase, sus notas eran igual de buenas que las de Brown, a excepción de en esa dichosa clase, la cual cabe mencionar que también había reprobado los dos años pasados.
Están en su último año escolar, Wolfhard tiene que pasar a cómo dé lugar esa clase, así como también debe recuperar los créditos perdidos por haber reprobado. Pedir ayuda es su última opción, pero tampoco es que tuviese otra, así que se resigna y le pide ayuda a la castaña, quién termina por aceptar al escuchar que le pagaría a cambio.
Pero quién diría que el español resultaría ser un idioma mucho más romántico que el francés para la pareja. Al final sólo era cuestión de tiempo para que notaran la química que existía entre ellos y sus reuniones terminaron siendo cada vez más frecuentes y, muchas de ellas, ni siquiera eran para estudiar.
El amor entre ellos sólo crecía cada vez más, al igual que la habilidad de Finn hablando y entendiendo el español.
En donde Millie le enseña español a Finn.