-Papá, por favor, no quiero ir.
-Lo siento, Brad. No puedes quedarte solo en casa.
-¡Tengo 16! -se quejó Brad despegando el rostro de la ventanilla para mirar a su padre-.
-Brad, sabes que podría dejarte en casa. Pero ya no confío en ti. Ya van dos veces que haces una fiesta los fines de semana que no estoy en casa. La cantidad de fiestas que podrías hacer en seis meses que me ausento...
-Papá, ya te dije que lo siento -volvió su cabeza a la ventanilla-.
-Lo siento, Brad. Bill es un buen hombre. Su hija tiene tu edad, a lo mejor se hacen grandes amigos, quién sabe, ¿no?
-No voy a hacerme amiga de una campesina
-De verás, chico. Tu sí que estás mal. Estar en Texas va a ser genial para ti, aquí me crié junto a...
-A Bill, tu mejor amigo de toda la vida -se burló Brad-.
-Bien, hijo. Ahora veo que me escuchas cuando te hablo. Hace como cuatro años que no lo veo.
-Hace cuatro años...
-Ya sé -lo interrumpió-.
Ella odia la atención
Él adora la fama que tiene como jugador
Ella ama leer
Él ama el fútbol
¿Conseguirán ser más que amigos aunque ella sea vasca y él catalán? ¿Aunque ella odie el fútbol y él leer? ¿Aunque él la vea como la fan del Athletic y ella como el defensa del Barça?