Adelaida, una súcubo, heredó una mazmorra clase F junto con una deuda masiva. Entonces, con el fin de pagar la deuda y evitar perder un brazo y pierna por Lucifer, no tuvo más elección que administrar la mazmorra, lo cual ella creía que era una tarea imposible.
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-¿Eres mi maestro?
-No, solo soy la maestra de esta mazmorra...
-Sí es así; entonces, eres mi maestro.
De alguna manera, ganó un administrador perfecto tan pronto como llegó.
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-No toques a ese sucio bastardo, cómeme en su lugar.
Uno de los mayores depredadores del mundo demoníaco se presentaba como alimento.
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-Traje el cuello de la princesa como una ofrenda para ti.
Una aventurera legendaria fue traída como ofrenda, cuando ella ni siquiera lo pidió.
"De acuerdo, ¡Ya que llegamos a esto, entonces la meta es convertir esta mazmorra en clase S!"