Al borde de lanzarse de aquel famoso puente, parecía la solución más razonable para acabar con aquello que la había lastimado tanto. Aunque el destino aveces podía llegar a ser travieso y esa noche no fue la excepción, unos brazos rodeandola por la cintura, apartandola del barandal, fueron los culpables de que Camille no lograra cumplir su cometido. Con la neblina a tope, un aroma masculino a pino y almizcle y una nota que yacía a lado suyo; "trata de descubrir quién soy en 30 días, si no lo logras puedes volver y terminar lo que impedi". Fue la motivación necesaria para ella. ¿Podrá Camille lograr descubrir quién es el extraño sujeto que la salvó aquella noche?