Un mundo omegaverse en donde alfas, betas y omegas comparten el planeta. Firmes creencias establecidas en la formación de parejas para la recreación y la construcción de una sociedad perfecta en donde los betas ocupan un lugar insignificante. Son los alfas y los omegas los únicos destinados a estar juntos, omegas adorados por todos ya que tienen la maravillosa capacidad de estar embarazados, alfas engrandecidos por la admiración de quien sea que les rodea, admirados y amados por sus asombrosas capacidades para controlar feromonas y engendrar en los omegas una descendencia maravillosa. En esta sociedad, es difícil ser un beta, es como no ser nadie, significa ser una persona ordinaria que no tiene nada de especial y se vuelve aún más complicado cuando eres parte de una familia de renombre, naces con la responsabilidad de ser alfa u omega aún cuando no conoces nada del mundo. Un beta no tiene el privilegio de ir a la universidad o pertenecer a los equipos olímpicos que representan al país, es duro ser beta cuando lo único que tienen en la cabeza, es una enferma obsesión por la reproducción, sin saber que hay algo mucho más allá de todo eso...