Aldara Kaia, una chica a la que se le privó de su linaje y fue separada de su parte angelical al nacer, vive en dos partes diferentes sin siquiera saberlo, una chica común y corriente de 17 años, extrovertida y alegre, con una bondad que influencia a todos a su alrededor, y por otro lado una orgullosa guerrera que vive en el templo en busca de algo que ha deseado desde muy pequeña, el orgullo de su padre y el de su familia, carga con un legado que pronto pasará a ser de su otra personalidad.