Kayla solo necesita un día con Zayn para saber que apenas habla y que no expresa emociones. Desde entonces, en todo lo que ella puede pensar es en desenvolver el enigma que él es. Pero como los buenos vinos, una vez abierto, no se aceptan devoluciones. A diferencia de que Kayla no quiere devolverlo, y Zayn no quiere ser devuelto.