El sol, la luna y la tierra

Cuenta la leyenda que el sol y la luna estaban enamorados.

Se veían a todas horas y todos los demás astros y planetas tuvieron celos de una relación tan hermosa.

Para arruinar su felicidad, le pidieron al Padre Universo que los separara, ya que habían hecho todos sus esfuerzos por separar a tan bella pareja.

El Padre Universo también sentía una admiración hacia sus dos pequeños, diferentes y tan parecidos; pero la presión de sus demás hijos era latente y cedió ante ello.

Así se creó la Tierra, un planeta que interfería entre la bella relación del sol y la luna.

Pero nadie esperó que la Tierra tuviera compasión por aquellos dos que solo podían verse al amanecer y al anochecer.

Ella, en secreto, alteró apenas un poco su destino para que aquellos dos pudiesen encontrarse en algún momento.

Gracias a la Tierra, el sol y la luna se encontraban cada cierto tiempo, llamado eclipse.

Tarde se dieron cuenta y las estrellas, planetas y satélites pedían al Padre Universo que hiciera algo para minimizar sus eclipses, estaban tan celoso que a pesar que estaban separados por tanto tiempo, su amor se volvía cada vez más fuerte.

Harto de sus quejas, creo el Destino, un ser egoísta que creaba sus propias historias juntando a dos personas a su antojo.

Sin importar cuan egoísta sea el Destino, terminó por unir a la tan hermosa pareja como lo era el sol y la luna.

Lastima que hay muchos seres que intentarán separar el sol y la luna, aún si desafían al Destino.

Advertencia:
Acostumbro hacer Sasunaru pero ésta historia es Narusasu.
Posiblemente los deje mucho en espera para nuevos capítulos.