- Esa wacha está re buena gil, si vos no te la garchas me la garcho yo boludo - dijo Mauro, ganándose una mala mirada por parte de su amigo.
Gonzalo estaba enamorado de aquella española de ojos claros, estaba enamorado de su española, la misma que le traía loco desde el inicio de su carrera, lo que él no sabía era que su española también estaba enamorada de él...
Marina nunca creyó en los cuentos de hadas, princesas y príncipes que matan a dragones terroríficos para conquistar a su amada, ella prefería creer en el amor verdadero, no el que se construye a base de 'TE QUIERO' o 'TE AMO', no, si no el que se construye demostrando que de verdad quieres y amas a la otra persona, Marina creía en el amor eterno, en esas parejas que se amaban día tras día, que si tenían un problema, lo solucionaban juntos, ella creía en esas parejas que no dejaban que la rutina y el tiempo matasen el amor, en esas parejas que se cuidaban cuando uno de los dos caía enfermo, Marina creía en esas parejas que, aunque uno de los dos falleciera, el otro le llevaría flores todos los días...
Marina creía en el amor verdadero, con el que había crecido viendo a sus padres.
Donde el corredor argentino, conocido por su facilidad para chamuyar, cae ante una chica Ferrari
Donde Julieta, sin querer, cae ante el argentino chamuyero