No voy a decir que estábamos destinados, no voy a decir que esto estaba escrito en los astros. Esto fue, mí, nuestra coincidencia, nuestra excepción a la norma, a mí norma, a mí camino, a lo que estaba escrito. Pero repito, esto fue una excepción, una salida del camino, así que lo viví al máximo sin pensar en cuándo la vida me quitaría mi desvío de lo correcto y me volvería a conducir a lo normal, mí normal. Supongo que en la vida hay que arriesgar sin mirar al futuro, ¿no?