Las chicas Hamilton tienen privilegios, pese a pertenecer a una familia compuesta únicamente por mujeres. No obstante, que su posición se mantenga en la sociedad de Hawkins, Indiana, no viene sin sacrificios, puesto que la clave radica en el demandante trabajo de su madre en la Universidad de Indiana-Purdue, lo que a su vez las orilla a vivir en un hogar con una madre demasiado ocupada como para verla más de dos veces a la semana.
Por supuesto, las chicas Hamilton lo han sabido sobrellevar. Al fin y al cabo, han creado un sistema especial para su día a día. Lo que no saben hacer, en cambio, es cómo fluir con el repentino cambio en el itinerario de su madre, a raíz del regreso de un niño desaparecido.
Desde la súbita necesidad de aprender a convivir y hasta aprender a sobrellevar la realidad de que Hawkins es un pueblo maldito con situaciones jodidas que no pueden ignorar más, las chicas Hamilton están seguras que su vida ahora se parece, más que nunca, a una película de terror de la década que están viviendo.
Iris va a llegar al fútbol club Barcelona con una sola misión, ser la encargada del documental secreto que van a hacerle a un Gavi que acaba de romperse los cruzados y que ha dejado claro al club que no quiere saber nada de documentales.
Ella no aguantará el mal humor del sevillano, este por su parte no le dará la oportunidad de conocerla.
Pero el amor tiene otros planes para ellos.
¿Qué pasará cuando Gavi se entere que ella está detrás de su documental con el tiempo?