Se dice que lo prohibido es lo más tentador, una droga que necesita ser consumida incluso, aunque el riesgo de muerte es infinito.
Arleen Gilbert se ha convertido en su más dura obsesión, sabe que no debería sentir lo que siente cada vez que la tiene cerca, y aun sabiéndolo, Kayden no puede evitar desearla sobre su cama y de rodillas ante él.
No le es posible detener el incesante deseo que le corre por la sangre, y las ganas de olvidarse de todo, y hacerla suya de una vez por todas para así, arrancarse lo que ha llevado oculto por tanto tiempo. Pero la lealtad hacía él, lo obliga incluso a mantenerse alejado para evitar la tentación que se contonea frente a él como una bruja hechicera, sin embargo, todo cambia cuando se ve en la obligación de trabajar junto a su tentación más prohibida por lo que huir ya no será una opción, y no caer será el reto más duro de su vida