Bianca Brindchert.
La envidia de todo aquel que ponga los ojos en ella.
La amenaza más grande que podría llegar a existir en el mundo entero, ya que la forma en que es bella hace que las personas se peleen cuando pasa.
Dicen que es más hermosa de lo que la mente humana jamás podría llegar a imaginar en su vida.
Dicen que los dioses del olimpo le rezan en secreto y que la mismísima afrodita envidia su belleza a tal punto de querer arrancarle el corazón y apoderarse de él, pero no lo hace porque sabe que no está ni un poco cerca de tal belleza.
Dicen que las estrellas se inspiran en ella para poder brillar y que el sol y la luna le piden permiso para iluminar su camino sagrado.
Es la criatura más preciosa del universo y el ser más perfecto de todos.
Con una vida inmensamente perfecta y envidiable por todos.
Bianca Brindchert es lo que todos los niños desean ser de pequeños y nunca podrán ser porque ella es única e inigualable.
Lo tenía todo, dinero, poder, fama, prestigio, lujos y un futuro extraordinario. Era la niña consentida de papá y la hija impecablemente perfecta por excelencia.
Pero...
Todo cambió radicalmente en su vida.
Y de la noche a la mañana lo perdió todo y ahora tiene que vivir en un asqueroso y horrible país de mierda en medio de la nada. Rodeada de sucios mortales que respiran el mismo aire que ella.
Ahora su vida es un completo caos y está arruinada para siempre.
Pero...
Pero, pero, pero...
Ella es Bianca Brindchert y por mas que sea odiada por todo el jodido planeta, ella es una en un millón.
Violeta Hódar tiene un problema, esta completamente enamorada de Chiara Oliver.
Su problema tendría una solución bastante sencilla, de no ser porque Chiara Oliver odia a muerte a Violeta Hódar.
Para empeorar las cosas, Chiara es la hermana de Alex, el novio de su mejor amiga Denna, y este es muy protector con ella.
Por todas esas razones Violeta Hódar tiene todas las de perder. O al menos eso es lo que le diría cualquier persona cuerda.
Conquistar a Chiara Oliver es una misión imposible. ¿Verdad?