Apenas la hora del celular marcaba las 22:00, no había hecho siquiera un plan previo, todo salió espontáneo. A decir verdad, me gusta lo improvisado. No digo que sea el tipo de persona impaciente para planear algo y esperar ni tampoco alguien que le guste todo a último momento, simplemente me gusta disfrutar el momento en el que salen las cosas porque sí, y, además de que se recuerdan mejor, ahí es donde pensás y decís "ah es que salió ahí nomás".
Volver a creer es parte de crecer. Una pequeña historia de romance de cómo siempre se puede confiar una vez más en el amor hacia una persona, pero también acelerar las cosas por pasión tiene sus consecuencias.
Escucho pasos detrás de mí y corro como nunca.
-¡Déjenme! -les grito desesperada mientras me siguen.
-Tienes que quedarte aquí, Iris. ¡Perteneces a este lugar! ¡Tú no eres una humana normal! -grita un guardia sin dejar de perseguirme...
-¡No! Yo pertenezco a mi ciudad, con mis padres... -cuando estoy por llegar a la salida veo a dos chicos.
Practicando con espadas...
-¡Sky! ¡Atrápala! -grita Rick...
Uno de los chicos desvía su mirada y nuestros ojos se conectan
Sus ojos dorados me miran fijamente...
Revolotea despreocupado su cabello rubio, pero luego...
Se da cuenta de lo que sucede y me apunta con su espada
Yo me detengo inmediatamente...