Existen personas que son polos opuestos pero que el destino quiere que se encuentren y aunque no estén destinados a estar juntos para toda la vida se encuentran y aunque se dañen mutuamente aprenderán a jugar con el tiempo, y pueden pasar días, meses o incluso años, y sus almas arderán por la otra generando caos y destrozos, pero también un gran fuego que podría incendiarlo todo y en ese momento dudaran si el destino existe, y si es así, ¿Están destinados o solo es casualidad?
Dos polos opuestos:
Ella fría y sin sentimientos, el cálido y cariñoso.
Ella con un pasado cruel, el con ganas de vivir.
Ella sin un futuro definido, el con todo un futuro por delante.
Ella sin una familia que la apoye, el con un desayuno familiar todas las mañanas.
Ella es tristeza, llanto y oscuridad.
El felicidad, risas y luz.
¿Qué es lo que pasará con ellos dos? ¿Estarán destinados? ¿Un bonito futuro lograran formar? ¿Qué pasará cuando ella se entere del secreto de él?
Bueno eso solo el destino lo sabrá.
Abbie tiene un problema y la solución está en la puerta de al lado.
¡Ella no ha hecho nada malo! Sin embargo, su excompañera de hermandad la ha puesto en un aprieto en donde su futuro universitario pende de un hilo.
Con el tiempo corriendo, pánico y una mejor amiga experta en dar soluciones, Abbie explora las opciones, pero no tarda en darse cuenta de que Damiano, el frío jugador de hockey y su ceñudo compañero de piso, es la respuesta.