
Miraba los árboles esperando alguna señal. Cualquier cosa que le hiciera pensar que nada de eso era real. No lograría nada intentando negar lo evidente, o incluso la realidad. Pero necesitaba creerlo, necesitaba sentirse libre de aquel mar de venganza que pedía entregarse a la verdad. Una verdad repleta de sombras, sombras sin rostro, sin identidad. De momento, todo seguía igual. De momento, de momento. Otoño.All Rights Reserved
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