Estoy contigo

Obi- Wan no comprendía por qué todos miraban a su ex aprendiz con lástima, culpa y tristeza.

El maestro Windu iba todos los días a verlo, y siempre lo miraba con culpa.
Él conocía a su muchacho, lo conocía más que nadie, nadie lo conocía como él ¿Acaso nadie podía tener una maldita pizca de esperanza?

Sin embargo, cuando por fin luego de tanta agonía Anakin despertó.

La culpa cayó como un cubo de hielo sobre el maestro Windu.

Obi- Wan se quedó en silencio sin saber que decir, sin querer que sus esperanzas se rompieran.

Padmé, intentó ser fuerte, ella se había preparado para eso, ella de cierta manera sabía que los médicos no se habían equivocado, y aún así, se odiaba por tener esperanzas.

Aún así lloró de felicidad abrazada a Obi- Wan al ver a Anakin despierto, mientras los médicos corrían y lo monitoreaban, ellos y Mace Windu observaban desde la ventana de la sala, como él despertaba.

Todos estaban felices, aunque en fondo de sus corazones, ellos sufrían.

En el fondo, sabían que él ya no sería el mismo.

El nunca más lo sería.