Guillermo, un chico joven de veintiún años -el cual iba a la universidad, situada a unos novecientos metros de su casa-, se sentía extremadamente atraído por el compañero de trabajo de su padre, Samuel.
Julio, el padre del universitario, se reunía a menudo con su amigo -invitándolo a su casa, para compartir un momento agradable y evadirse de su trabajo-, algo que su hijo agradecía inmensamente.
Las visitas de este chico iban haciéndose esenciales en la vida de Guillermo, y cada vez se conformaba menos con verlo únicamente tres tardes a la semana.
Donde el corredor argentino, conocido por su facilidad para chamuyar, cae ante una chica Ferrari
Donde Julieta, sin querer, cae ante el argentino chamuyero