Después de aquel verano de ensueño en ese campamento, a Kim Taehyung le era imposible olvidarse de ese chiquillo que causó tormentas en su interior a sus apenas 12 años. Precioso, Kim creía que la palabra para describirlo era precioso. Sin embargo, a sus ahora 17 años ese pequeño había por fin salido de su mente, Kim no había sabido nada de él en los últimos cinco años y por su puesto que no se esperaba que un chico nuevo ingresara a su escuela el último año de preparatoria, mucho menos que ese chico sería aquel que le robó tantos suspiros a su versión más joven y que le pondría el mundo de cabeza nuevamente. Jeon Jungkook seguía siendo precioso.