El pasado nunca se entierra, porque de algún modo siempre logra volver a la superficie para enseñarnos nuevas cosas. Más cuando el destino está de su lado.
Gaia odia el mundo del fútbol en el que está metida por culpa de su hermano. Pau odia lo mucho que ella le atrae.
Entre prejuicios, secretos y una inesperada conexión, descubrirán que el amor puede surgir donde y con quien menos lo esperas.