¿Puedes ocultar un infierno bajo una pícara, encantadora y maliciosa sonrisa? Pues Porchay Tinnasit, puede hacerlo. O quizás eso pensaba. Aquí es donde entra Kim Satur, un hombre recto, de negocios, totalmente cerrado en cuanto al amor y sobre todo, heterosexual, por ende, no tiene ni la más mínima intención de caer bajo los encantos de Porchay. Pero, querer es una cosa y poder, es otra. ¡Oh! Se me olvidaba agregar que Kim es el Hermano de uno de los mejores amigos de Porchay. Porchay Tinnasit Es alucinante cuando tienes el poder de esconder tu mierda bajo una sonrisa que engaña a cualquiera aunque mire dos veces. Bueno, eso es lo que creí que estaba haciendo a la perfección hasta que conocí al hombre más apuesto que vi jamás. Es injusto, puramente descabellado lo que hace. Simplemente, no puede aparecer luciendo como un maldito Dios del Olimpo y leerme como si fuese un libro abierto. Kim Satur Porchay Tinnasit no hace más que sacarme de las casillas. Es un niño insolente, maleducado y un coqueto de primera. No puede verse como si fuese un ángel inocente mientras que me contempla con lujuria. No me gustan los hombres, Jesús es testigo de que nunca voltee a ver a ninguno. Sin embargo, cuando ese chico me sonríe socarrón y pone a prueba mi buen juicio, una sensación extraña se instala en mis tripas y tal vez... un poco más abajo. Esa presunta unión es descabellada por dos motivos: el primero es porque Porchay vive un infierno que no sé si estoy listo para lidiar. El segundo, pero no menos importante, puede que tenga que ver con que sea el mejor amigo de mi hermano
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