Han pasado cinco años desde la muerte de Bruno. La felicidad es ahora algo que la familia Madrigal solo experimenta en muy contadas ocasiones. La ultima, la fiesta del ya no tan pequeño Víctor, que recibiría su Don. Un Don que haría que Camilo Madrigal volviese a sonreír cinco años después. --Me mentiste, dijiste que no te pasaría nada--