Querida yo, hay cosas que nunca me animé a decir en voz alta, solo las he pensado tanto y tanto que al final tuve que escribirlo. Necesito soltarlo. 𝘊𝘰𝘯 𝘦𝘭𝘭𝘢 𝘱𝘶𝘥𝘦 𝘴𝘦𝘯𝘵𝘪𝘳 𝘵𝘢𝘯𝘵𝘰, 𝘢𝘭 𝘱𝘶𝘯𝘵𝘰 𝘥𝘦 𝘳𝘰𝘮𝘱𝘦𝘳𝘮𝘦 𝘦𝘯 𝘮𝘪𝘭 𝘱𝘦𝘥𝘢𝘻𝘰𝘴. 𝘕𝘰 𝘴é 𝘴𝘪 𝘢𝘭𝘨𝘶𝘯𝘢 𝘷𝘦𝘻 𝘷𝘰𝘭𝘷𝘦𝘳é 𝘢 𝘴𝘦𝘯𝘵𝘪𝘳 𝘭𝘰 𝘮𝘪𝘴𝘮𝘰.