Mi pequeño cuerpo está inmóvil en aquella habitación, el suelo húmedo y sucio estaba tirada en el suelo como un animal, ni los animales merecen algo así. Mi cara está irreconocible empapada de sangre y moretones las lágrimas corren por mis mejillas. Es como si mi cuerpo expulsó mi alma. Observo todo, cada detalle, siento cada golpe, cada latigazo, cada cortadas y cada quemadura. Pero mi cuerpo está ahí inmóvil sin vida... Golpe... Golpe... "Basta por favor" grito pero no me escuchan. No me ven... Golpe... Ya no quiero sentir, ya no quiere ver, duele mucho, basta. DUELE... - Quiero a padre...- susurro bajito, me duele la garganta de tanto gritar. Golpe... No quiero estar aquí, quiero estar en casa con mamá y comiendo galletas de avenas con papá. Lloró, lloró, me deslizo hasta el suelo llorando más fuerte. Ya se cansaron de golpear. - Bastardos - grito, otro grito y más gritos. Oscuridad...