CAUSAS PERDIDAS

Una historia corta, pero significativa. ¿Habrá una persona que pueda mantener todos sus demonios en calma? Tal vez y solo tal vez, él quería escapar un segundo de su infierno para tocar el cielo.
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Cruzamos miradas siendo simples desconocidos, sus ojos lucían apagados, así como su
alma. Sé que ella notó lo mismo en mí. Sé que estaba roto, posiblemente ella también. Un
impulso que jamás había sentido se apoderó de mí, arrastrándome hacia ella.
- Disculpa, ¿sabes cómo llegar a la cafetería "Star"? -me miró desconcertada antes
de responder con una sonrisa.
- Sí, claro, trabajo ahí. -mantenía la mirada fija en ella- Eres nuevo por aquí,
¿verdad?
- ¿Tanto se me nota? -respondí sarcásticamente- Soy Marco, mucho gusto.
- Soy Claudia, ¿nos vamos? -asentí y me dejé guiar como un niño perdido.