El cambió su propio mundo, cada que llegaba al trono, tenía dos opciones, quedarse, o empezar de nuevo, y el, empezó de nuevo, una y otra, y otra vez, cambió el destino innumerables veces, alcanzó la punta de su propia capacidad, más allá de sus límites, o hasta donde el quería llegar, y en su última vuelta, se aseguró de darle un final feliz a todos, pero... Nunca hubo final para el.